Artur Mas continúa erre que erre con su empeño de desgajar una parte de este curioso país llamado España, pretende convocar unas elecciones para convertir, sí o sí, a Cataluña en un país independiente. Un ‘’país’’ arruinado por sus propias incongruencias, sus innumerables embajadas, sus televisiones privadas y encima tiene la desfachatez de gritar a los cuatro vientos que ‘’España les roba’’, y esa España, tan mala madre, carente de todo tipo de escrúpulos, sin embargo, continúa dándole dinero para sus gastos. El gobierno está en una incómoda y difícil situación, pues lo lógico sería cortarle el grifo, no darle más dinero y que su lamentable situación se lo arregle ese gobierno que preside tan bien el Rey Arturo, pero qué culpan tienen los millones de catalanes que se sienten españoles y no quieren dejar de serlo bajo ningún concepto.
Este rey, completamente enloquecido por sus propios desvaríos, insta a sus ‘’súbditos’’ a hacer cadenas humanas para que vean todo el mundo los cazurros que son. Qué derecho tiene este hombre a cambiar la historia de Cataluña y, por extensión, la historia de España. Qué derecho tiene a decidir en que lengua han de recibir clases los niños o en que lengua han de rotularse los negocios que abran en sus calles, cuando en Barcelona, en Madrid o cualquier ciudad las distintas comunidades pueden rotular sus negocios en su propio idioma, en Cataluña no pueden rotularse los distintos negocios en castellano, tiene que hacer en catalán. Es decir, una parte de España porque a este señor no le salga de ahí no puede hablar en castellano. Parece un chiste. Yo me pregunto, me esfuerzo por imaginarme, cómo verán a España en el extranjero. Uno de los últimos disparates que he oído, venía a colación de unos cursos que se organizan pagados con dinero publico, dinero que pagamos todos. Al parecer se ha hecho una traducción de Don Quijote al catalán, cosa que me parece muy loable, porque esta obra universal se debe conocer por todo el mundo, en todos los idiomas posibles, pero la perla que publicaban era que don Miguel de Cervantes era catalán y, creo, que no es la única perla que aparece en esos cursos. España quiere a Cataluña, por eso si se convocan algún día unas elecciones para decidir una hipotética independencia de Cataluña tendría que votar toda España, no sólo los cuatro cazurros de turno y que el señor Astur Mas vaya cuanto antes a clases de Historia a ver si se entera de algo.
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