HAY COSAS QUE ME CUESTA COMPRENDER

     Hay cosas que no puedo comprender, realmente me cuesta asimilar ciertos comportamientos de algunos dirigentes políticos que en aras a una ideología que, según ellos, se debe imponer a los demás SÍ o SÍ, porque ellos son, al parecer, los genuinos defensores de la verdad. No sería mejor hablar, discutir, procurar acercar posiciones y ofrecer al ciudadano lo mejor. Eso es una utopía. No comprendo porque el Partido Socialista, que presume de talante democrático, no deja al Partido Popular intentar arreglar lo que ellos dejaron mal. Esta crisis tan brutal que está acabando con muchas esperanzas no la generó el Partido Socialista, por supuesto, pero sí que la empeoró tomando medidas equivocadas y, en muchas ocasiones, absurdas. También originaron problemas y enfrentamientos que habían quedado superados hace años, sacando a colación asuntos y rencillas de la Guerra Civil. Cuándo se van a enterar estos lumbreras que estamos en el siglo XXI? Pues no, para justificar sus argumentos siempre acuden a lo malos que fueron la gente de derecha, pero es que los otros, los suyos, no cometieron errores, salvajadas, asesinado curas, monjas o quemando iglesias? Aquello fue una guerra, ese tópico tan repetido de ‘’una lucha entre hermanos’’. Todos perdieron demasiadas cosas. No hay que olvidar, por supuesto, jamás hay que olvidar, fundamentalmente para poder aprender de los errores cometidos. 

POR CAMINOS INCIERTOS

     Por caminos inciertos avanzo entre silencios nebulosos, las palabras procuran dibujar las sensaciones más ocultas de mi ser. Lentamente consiguen despertar los colores del alma, abro la ventana y contemplo, asombrado, como el horizonte reclama mi soledad, pretende que mis pasos, débiles pasos de un ayer melancólico, alcancen su plenitud. 

     Quiere que mis versos dibujen sus atardeceres, pretende robarme las palabras, mis viejas compañeras, pero las incertidumbres y viejos temores absurdos no permiten que mis pasos se dirijan hacia el verdadero amanecer. Intento abrir las ventanas para absorber el aire de la tarde, pero mis pulmones están enfermos de nostalgias, ahogados por tanta soledad ingrata. 

BÚSQUEDA DESESPERADA

Lentamente llegué al valle. El camino había sido tremendamente duro pero, al final, logré divisar el horizonte. Deje volar mis sencillos versos, era preciso liberar el alma de tanto sufrimiento, las tardes de la vida habían sucumbido a la desdicha cruel de la soledad. 

Ella me estaría aguardando en cualquier rincón que tendría descubrir, no lograba localizarla, el destino era muy cruel, tan sólo pretendía ser feliz, no quería otra cosa.