Escrirores en Red

lunes, 4 de febrero de 2013

ESPAÑA ES UNA GRAN CHARCUTERÍA

     Hace días escribí en facebook que ‘’España es una gran charcutería’’, reflexión irónica que esconde la triste realidad de este país. Cada cual da su versión de los hechos y trata de justificar su ejemplar conducta, todos muestran sus manos limpias para certificar su presunta inocencia, pero no pueden y, día a día, van apareciendo nuevos casos que enturbian la imagen de nuestro país. 

     No importa el partido político, sea el Partido Socialista o el Partido Popular, en casos de corrupción no tendría porque existir diferencia ni, por supuesto, quien esté gobernando. Llama la atención, eso sí, que cuando llegan los Populares al gobierno y, tras un año muy complicado, tanto por la situación tan desastrosa que se encontraron como por las consecuencias de la irresponsabilidad de la izquierda, capitaneada por los que habían dejado al país en tan lamentable estado, cosa inexplicable, pues lo más lógico sería mantener la boca cerrada por un tiempo. Eso no significa, en absoluto, no poder criticar al gobierno, ese es su deber, aunque también sería muy loable apoyarle para salir de la crisis y aportar medidas nuevas; es decir, lo que ellos, los socialistas, calificaban, cuando gobernaban, como una ‘’oposición responsable’’ que, según ellos, los Populares no querían ni oír y, de este modo, paliar un poco el mal hecho durante ocho años. En vez de poner en práctica esa conducta que sería lo normal, lo lógico, para ayudar a salir de la crisis que agravaron con su pésima gestión, pues no, se limitan, desde el minuto uno, a echar a la gente a la calle y a animar a los radicales. Así no se hace oposición. En cuanto a la corrupción está bien que protesten, insisto, es su obligación, pero predicando con el ejemplo, cosa que no hacen en absoluto. 

     Lo primero que se debe hacer es investigar a fondo todos los casos, ahora toca el asunto Bárcenas, si se demuestra, es muy grave, sobre todo por la situación en que se encuentra España y, sin duda, es una ofensa para los seis millones de parados. Repito, que se investigue a conciencia y que caiga quien caiga. Lo que tiene que hacer el Partido Popular es mostrar sus cuentas pero hasta que no se certifique esa corrupción, hay una cosa que se llama ‘’presunta inocencia’’, una figura jurídica que es un derecho de todos.

     Los socialistas ponen el grito en el cielo, su tremenda responsabilidad para con su país les obliga a actuar con urgencia, pretenden a estas altura a dar lecciones de ética y cordura. Es curioso, muy curioso, que este caso haya aparecido precisamente ahora que, aunque dicen que este año 2013 va a ser muy duro todavía, se están haciendo cosas para salir del oscuro pozo en que nos dejaron y, lo más importante, en el exterior se empieza a valorar ese esfuerzo. A Rajoy se le escucha en el concierto internacional, imagen muy distinta a aquella otra en que Zapatero mendigaba alguna atención de los diferentes líderes internacionales que le ignoraban, sobre todo, del Presidente de los Estados Unidos que pasaba olímpicamente de él. Zapatero buscaba fotos, en cambio, Rajoy busca soluciones para abandonar, de una vez, esta complicada situación. 

     Ahora el Presidente del Gobierno tiene que acabar con todas las sospechas que planean sobre el Partido Popular y aportar todas las cuentas. Si el señor Bárcenas es un chorizo que se le castigue y pronto. Eso sí que se castiguen igualmente a los catalanes, al anterior Ministro de Fomento, al señor Bono que encima va dando lecciones de decencia por las televisiones, que se resuelva el caso de los ERES en Andalucía o el Caso Faisán, aunque este último no es precisamente un auténtico caso de choriceo sino de decencia política.. 

     Estos son lo casos, salvo el que afecta a los catalanes y, por supuesto, no hay que olvidar el del yerno del Rey, más llamativos que los socialistas quieren olvidar pero la historia ya se encargará de ponerlos en su sitio, una lúgubre charcutería donde todo huele a podrido.

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