Escrirores en Red

viernes, 2 de agosto de 2013

ACCIDENTE EN SANTIAGO DE COMPOSTELA

     Hay mucha gente que quiere o desea, mejor dicho, ver en el accidente de Santiago de Compostela un caso como el del Prestige para cargar contra el gobierno Autonómico y el Gobierno. He oído en distintas cadenas de televisión que existen varios mecanismos o protocolos de seguridad que a determinada velocidad saltan automáticamente. Uno de ellos, perdonen que no recuerde el nombre, no soy un experto en la materia, salta a pasar los 200 kms. por hora. Si como se ha dicho que el tren iba a 190, por lo tanto, todavía quedaba un pequeño margen. El quid del asunto es que por la fatídica curva donde se produjo la tragedia tenia que circular, creo, a 85-90, y no sólo no era así sino que doblaba la velocidad admitida. O sea, no se quiera ver ahí un problema técnico. Si a esto sumamos que el maquinista había colgado videos donde se jactaba de la velocidad a la que iba, pues todo está dicho, es como se suele decir, ‘’blanco y en botella’’. 

     Se habla mucho de una llamada que recibió antes de llegar a la curva, yo creo, según mi modesto parecer, que lo primero es la seguridad del tren, la llamada telefónica puede esperar unos minutos o el tiempo que haga falta, sea de quien sea. 

     Otra cosa que se ha oído estos días es que suelen o tendrían que ir dos maquinistas, uno que conduce y otro, de apoyo, que controla los aspectos técnicos, y se supone que éste se tendría que dar cuenta del exceso de velocidad o de otros aspectos que pudieran poner en peligro al tren, digo, si no para que va. 

     Es decir, esto tiene muy poquito de fallo técnico, yo lo comparo con el accidente del buque italiano que también se cobró varias víctimas mortales, donde la causa estuvo en la actuación del capitán y en su deseo de hacerse notar al pasar cerca de una población. En este caso, y no pretendo acusar a nadie, Dios me libre, pero el maquinista, al ser rescatado dijo algo parecido a ‘’la he jodido’’, palabras, sin duda, muy reveladoras. Fue un error o un descuido que el maquinista llevará sobre su conciencia el resto de su vida.

2 comentarios:

  1. Me cuesta mucho comentar sobre un accidente tan grave, siendo tan ignorante en la materia técnica, pero respecto a la materia humana, en principio, siempre he pensado que el hombre por naturaleza es imperfecto y puede cometer errores a veces tan graves como éste, que le dejará marcado de por vida. Los errores los cometemos constantemente pero la providencia no siempre es tan cruel como lo fue en esa fatídica curva. Ya, ya sé, que no fue la providencia, que fue el despiste imperdonable de alguien que confundió por un momento el trayecto y cuando quiso darse cuenta de la ubicación exacta ya era tarde. Sin duda el tren estaba preparado para viajar a 200km/hora, y él llevaba su ruta bien escrita para saber que tenía que reducir, pero no lo hizo. Dicen que de los errores se aprende y supongo que cuando las vidas viajan en manos de un sólo hombre, todas las medidas son pocas. Balizas, señales (alguna que hubiera llamado la atención del conductor), compañero en la cabina...Ya nada puede remediar lo que sucedió. La mayor condena del maquinista será por siempre su conciencia.

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  2. Posiblemente, un despiste. Pero, fíjate que despiste. Ahora, como siempre pasa en estos casos, escucharemos versiones de todo tipo, saldrán a la palestra informaciones con muy poquita verdad, incluso inventadas para machacar al que nada tiene que ver con lo ocurrido, etc. Ya sabes, amigo mío, que somos vecinos de un país donde hablar es gratuito y llevamos en la cartera el documento de especialista en todo y juez sin juicio. José Gerardo, los españoles sEmos asÍN.
    Un fuerte abrazo y espero que estés pasando un veranito ¡de diez!

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