Escrirores en Red

sábado, 12 de abril de 2014

LA CRISPACIÓN ACTUAL

     En el panorama político hay últimamente demasiada crispación que se expande peligrosamente. Cuando el Partido Popular ganó las elecciones alcanzando el poder por mayoría absoluta ya lo advirtieron desde la izquierda, creo que fue Rubalcaba, que debería tener una postura mucho más comedida y democrática, máxime cuando había dejado al país en semejante estado, pues este señor dijo que lo que habían perdido en las urnas lo iban a recuperar en las calles, afirmación que, tirando de las hemerotecas, se puede ver que la dijo otro dirigente socialista en tiempos de la república. Es decir, esta postura, según su talante, y de la izquierda en general, es la esencia de la democracia, en definitiva, del buen funcionamiento de un país. Semejante actitud ha llevado a que las calles se llenen de manifestaciones y de una lucha que se intenta justificar diciendo que es un acto cívico de libertad de expresión. 

     Todo el mundo se puede manifestar, es un derecho constitucional, lo que no se puede consentir, bajo ningún concepto, es lo que la mayoría de esas ‘’explosiones democráticas’’ acarrean, y es provocación a la policía, actos vandálicos de suma gravedad, destrozos de todo cuanto encuentran a su paso, sea mobiliario urbano o lunas de escaparates, quema de contenedores o, incluso, vehículos aparcados tranquilamente. Actos muy democráticos que dan una imagen ejemplarizante de la España actual y lo asombroso es que, en muchas ocasiones, la culpa de todo es, según estos radicales, de la policía por intentar poner orden y por defender su propia vida, como se ha podido apreciar en la manifestación de ‘’La marcha de la dignidad’, que yo me cuestiono y creo que debería anteponerse el prefijo ‘’IN’’, ya que los lamentables actos que se originaron al finalizar la manifestación parece que no merecían una repulsa general, tajante y contundente, prueba inequívoca que demasiada gente de la izquierda celebra este tipo de comportamiento.

     Esta crispación también se pone de manifiesto en las tertulias que se pueden ver en los diversos canales de televisión, en las que se sigue el mismo patrón. Es decir, los tertulianos de izquierdas, esta izquierda tan radical que, por lo que se ve, no acepta las reglas del juego pues, por lo que se aprecia de su modo de actuar, tiene una visión deformada y caótica de lo que es la democracia, me atrevería afirmar que esta gente no acepta la democracia, estos tertulianos no dejan hablar, interrumpen constantemente a sus oponentes y cuando se sienten acorralados, quedándose sin argumentos, entonces se hacen los mártires y empiezan a insultar. 

      Habría que preguntar a esta gente qué significa para ellos la democracia y la dignidad. Todas las ideas tienen que convivir, respetarse y, sobre todo, aceptar lo que ha salido en las urnas, pues esto tan elemental y básico, no lo pueden asimilar. Protestar, claro que hay que protestar, demasiadas cosas que creemos injustas son las excusas para hacerlo, pero nunca incitando a la violencia y al escarnio, por muy profesor universitario que se sea ni por ser un prestigioso periodista, sea del color que sea, esto no te da derecho a romper las reglas de un juego que tenemos que jugar todos. 

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