Escrirores en Red

sábado, 12 de julio de 2014

PABLO IGLESIAS, EL GRAN OFENDIDO

     Pablo Iglesias, el fundador de PODEMOS, partido que, recientemente, ha obtenido cinco representantes en las pasadas Elecciones Europeas, me imagino que, aunque mantenga su discurso ultra-izquierdista, tendrá que cambiar las formas a partir de ahora que ha entrado en el Parlamento Europeo, puesto que no se puede seguir diciendo tal cúmulo de barbaridades con el tono provocador que utiliza para comunicar su filosofía y, sobre todo, debe darse cuenta que se ha despachado a gusto, insultando a los políticos, una casta despreciable que ignora al pueblo que, cada cuatro años, los elige libremente en las urnas, es decir, ese pueblo que defiende, cuando le conviene, también tiene una gran responsabilidad, puesto que suya y sólo suya es la culpa del panorama político que tenemos, ahora él, Pablo Iglesias, el prestigioso Profesor de Políticas, por méritos propios y gracias al apoyo de ciertos medios de comunicación, ha ingresado en esa casta, por lo que es objeto de las mismas críticas y reproches que ha vertido contra estos representantes del pueblo, es decir, que ahora aguante con gallardía su vela, sobre todo, tiene que aprender a recibir los golpes. 

     Ahora, el pobre, se siente muy ofendido y se querella contra aquellos que critican sus formas y, sobre todo, sus polémicas manifestaciones, sus apoyos, sus medios de financiación, etcétera. No se puede negar la evidencia, sus manifestaciones están colgadas en youtube, me imagino que con su consentimiento, al menos, algunas, ya que, en un acto público, te pueden grabar cualquiera, pero si está sólo ante una cámara, conveniente arropado por unos determinados símbolos, no puede negar el mensaje de ese video, sea de defensa a ETA o sea para proclamar la democracia, tan ejemplar, de Venezuela, esta grabación está realizada expresamente para ser emitida y trasmitir un mensaje muy concreto. Es absurdo pretender negarlo, no hay más que acudir a la red donde se pueden ver estos videos tan ejemplares. O sea que Pablo Iglesias debe imaginarse que los que no pensamos como él, gente de inferior condición, sin duda, somos estúpidos. 

     Este insigne profesor que ha ingresado, repito, en la casta de los políticos debe moderar sus formas, y no lanzar injurias, como suele hacer, sobre todo, tiene que aprender a aceptar las críticas y a dialogar respetando las opiniones y los argumentos de sus adversarios, parece mentira que sea un Profesor Universitario. Ahí, precisamente, se fundamenta la democracia, en el respeto, esa parte se ve que no la explica en sus clases universitarias.

     Recuerdo una tertulia en la que estuvo, hace tiempo ya, en 13TV y se enfrasco con Ángel Expósito en un tema de esos que a la izquierda escuece tanto y dan su propia versión de los hechos, muy alejada de los libros de historia. Pablo Iglesias le planteó a su oponente una pregunta para conocer su postura, postura que, evidentemente, él conocía de antemano, nos podemos imagina el tema, seguro que estaba relacionado o con la guerra civil o con la dictadura, u otro tema de semejante calado. El Insigne Profesor le bombardeaba a Ángel Expósito con la pregunta que sólo admitía un Sí o un No, Ángel Expósito trataba de darle argumentos, pero apenas abría la boca, le pedía con insistencia y sus malos modos un Sí o un No. Esta acción se repitió cinco o seis veces hasta que Ángel Expósito, un periodista que no suele alterarse por casi nada, puesto que expone sus argumentos con prudencia y respeto, se le veía que ya no podía más, pero la paciencia humana tiene un límite, la impertinencia y la mala educación de Pablo Iglesias la rebasó con creces. Ángel Expósito estalló, mirándole fijamente, le cortó su impertinencia y su verborrea chabacana con un ‘’Mira, chaval’’, a continuación le contestaba recriminándole su actitud y su visión retorcida de los hecho. Esta expresión ofendió profundamente al Profesor Universitario que volvió a interrumpir a su oponente. Dijo airadamente: 

.     - ‘’Por favor, ante todo, le pido un poco de respeto’’.

     Es decir, después que no le había dejado hablar, mofándose de lo que Ángel Expósito había logrado exponer, se siente profundamente dolido al escuchar aquel ‘’Oye, chaval’’, curiosa reacción. Lo primero que tiene que hacer Pablo Iglesias es bajarse del pedestal a donde le han subido y tener un poco de respeto, concepto que, como se puede apreciar, desconoce.

1 comentario:

  1. Vaya por delante que no trato de ofender al personaje en cuestión, admiro su triunfo y su desafío a los grandes partidos, pero le pierde las formas que utiliza que no son, en mi modesta opinión, las más apropiadas en un políticos y. mucho menos, en un Profesor Universitario

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